Lo aseguró el titular del área de Control de Plagas de la Departamento de Zoonosis, Conrado Murdocca. Aclaró que el pesticida utilizado no afecta a las aves y que es reemplazado todas las semanas.
El titular del área de Control de Plagas de la Departamento de Zoonosis, Conrado Murdocca, aseguró a LA CAPITAL que el número de ratas en la ciudad está “controlado”. Las múltiples denuncias realizadas por vecinos de la ciudad en varias plazas del centro alertaron a la comunidad por un posible crecimiento poblacional de la especie.
“Desde hace dos meses estamos intensificando el accionar pesticida en todas las plazas, sobre todo la Colón y San Martín”, indicó el funcionario, quien también aseguró que el producto utilizado “no afecta a las aves” y “no ha habido problemas mayores y hemos logrado controlar el número de roedores y lo seguiremos haciendo”.
Según señaló Murdocca, personal de la Municipalidad visita “todas las semanas” las plazas y “reponen los cebos donde es necesario”. Además indicó que existe la intención de continuar con la campaña todo el año. “Queremos garantizar que el número mínimo de roedores no pongan en riesgo la salud pública y lo estamos logrando”, dijo.
Consultado por las razones que podrían provocar un aumento en la cantidad de las ratas en la ciudad, señaló: “Es muy difícil de dar una razón especial, pero hay que tener en cuenta que donde no se respeten las condiciones higiénicas básicas, por más que la municipalidad limpie todos los días, es ahí donde se da el crecimiento poblacional de los roedores“.
Por otra parte, agregó que el periodo de gestación de la especie es “extremadamente corto”: hay aproximadamente 24 días entre la concepción hasta que se da a luz un promedio de entre 4 y 5 ratas.
“Es decir que el crecimiento es impresionante, y si lo acompañamos con una conducta higiénica no acorde se nos va a hacer mucho más difícil el control del número”, advirtió.
Un proyecto para frenar el aumento de ratas
Preocupado por lo que consideró un “alarmante aumento de roedores e insectos” en las calles, el intendente Carlos Arroyo buscó cumplir su promesa de una ciudad más limpia a través de la presentación de un proyecto de ordenanza que prevé multar a quienes arrojen líquidos y abandonen enseres domésticos, artefactos electrónicos o animales muertos en la vía pública.
La iniciativa, que se presentó hace casi una semana en el Concejo Deliberante, establece la prohibición de “arrojar o hacer llegar a la vía pública líquidos de cualquier naturaleza, en especial originados en el desagote de piletas portátiles”. También la de diseminar “detergentes, lixiviados de cualquier tipo de productos orgánicos, ácidos, productor clorados o alcalinos”.
Además, la propuesta ratifica que sólo deberán lavarse las veredas dentro del horario previsto (de 4 a 8 entre noviembre y abril y de 5 a 9 entre mayo y diciembre).
De aprobarse el proyecto, tampoco se podrá “arrojar, canalizar o diseminar en la vía pública o en el interior de inmuebles de cualquier tipo líquidos cloacales provenientes de pozos ciegos”. Además, prohíbe tirar residuos sólidos, desperdicios, estiércol y aguas en estado de putrefacción en las calles, terrenos baldíos, canteras y cavas.
En todos los casos en que se utilicen vehículos para trasladar o descargar residuos no autorizados “procederá el secuestro”, señala la iniciativa.
En general, podrán ser sancionados quienes abandonen enseres domésticos, artefactos electrónicos o mecánicos, automóviles o animales muertos en la vía pública, baldíos, descampados o casas abandonadas.
El proyecto lleva las firmas del intendente y del presidente del Ente Municipal de Servicios Urbanos (Emsur), Eduardo Leitao. Entre los argumentos aseguran que comprobaron “los problemas ocasionados por la presencia de residuos y toda índole de elementos descartables en la vía pública”, y que constataron “un alarmante aumento en la población de roedores e insectos que generan un riesgo total para el estado sanitario de la comuna en todos sus aspectos”.